Capítulos VII, XVII y XIX de
“Exploración a la violencia” de Santiago Genovez
Me
gusto la lectura en dos sentidos: refleja parte de lo que hemos analizado
dentro de la unidad de aprendizaje y por otro lado, conjuga aspectos que hacen
guiarnos a una crítica más constructiva considerando múltiples factores que
afectan a un individuo. En el capítulo de lo innato y lo aprendido, retoma las
diferencias principales que existen entre diferentes grupos; si lo retomamos
antropológicamente, son cuestiones de relativismo, sin embargo, no me guio
única y exclusivamente de la cultura, ya que también las diferencias son en
pensamiento, en cómo se adaptan los individuos a un lugar determinado y qué
aspectos biológicos o de familia se tienen que provoquen algún comportamiento
inusual.
Ni
todo es cultura, ni todo es psicológico ni biológico, es necesario conjugar
varias partes ya que cada uno explica. Efectivamente el estudio de la violencia
refleja las capacidades de todas estas disciplinas pero no nos podemos cegar en
una sola. La lectura habla de adaptación, razonamiento e inteligencia de la
sociedad, que sea en un contexto dado o en otro, reproduce de manera que les
permita vivir en un lugar.
En
el apartado de “Neurología de la violencia, la psiquiatría si, pero no”, habla
de cierta manera de las estructura mentales que tenemos mediante la reacción a
ciertos factores, es decir, de qué manera un individuo actúa violentamente y
porqué. El funcionamiento del cerebro responde a ciertos impulsos que vienen
del exterior, considerando que va más allá de una simple necesidad. Depende de
los modelos sociales que sean determinados culturalmente, pero también los
instintos o conductas que sean netamente de necesidades biológicas.
Resulta
complicado responder, comprender e interpretar la realidad del comportamiento
violento del hombre. El psicoanálisis aporta una cantidad de elementos
importantes para saber qué hace alguien de acuerdo a ciertas cosas y analizar
qué síntomas son malos o inusuales. Esto sumándole que vive entre gente y
experimenta cosas que biológicamente o desde que se encuentra dentro de la
madre no son posibles.
Para
el otro capítulo sobre el calor humano propone ciertas necesidades que tiene el
hombre que le permitan un estado de bienestar, contemplando ejemplos de afecto,
aunque no necesariamente el amor determine que un individuo no sea violento. Es
como la parte emocional de la violencia que contribuye a analizar que tan aptos
están y como responden viviendo en sociedad las personas.
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